“El yo deriva en última instancia de sensaciones corporales, principalmente las que parten de la superficie del cuerpo. Cabe considerarlo, entonces, como la proyección psíquica de la superficie del cuerpo, además de representar, como se ha visto antes, la superficie del aparato psíquico”.
S. Freud[1]
Un breve recorrido sobre el cuerpo
Hablar sobre el cuerpo, desde una perspectiva psicoanalítica, será siempre transitar por el terreno sinuoso de las fronteras, aquellas que los saberes se han encargado de delimitar y estudiar tan detalladamente cuanto más aparcadas se encuentren unas de otras.
Freud hace ya mucho descubrió, en los primeros casos de histeria, que sus pacientes tenían padecimientos sobre el cuerpo que no seguían la lógica del mismo, en tanto anatómico, realizando una división entre el cuerpo biológico y cuerpo psíquico.
Hoy sabemos que las trincheras donde se aparcan los saberes sobre el objeto cuerpo solo ayudan a fragmentar el conocimiento, por lo que mi intención en este escrito será insertarme entre las trincheras como única certeza de un aprendizaje y desarrollo profundo al respecto. El cuerpo es biológico, claro está, pero también es representación, esa que se configura desde el momento en que dos sujetos se enteran de la concepción, inaugurando un acto performativo que junto con convertirlos en padres, dan vida y producen un cuerpo que acaso se logra ver en una ecografía.
Todo lo anterior se desarrolla además en particulares contextos históricos y socioculturales, lo cual complejiza mucho más la idea preconcebida de cuerpo; aquello es muy interesante, pues deja entredicho que uno no posee un cuerpo único y definido desde el nacimiento, muy por el contrario, este se hace y desarrollará a lo largo de la vida.
Continua leyendo “Tu cuerpo: Una liberación al solo precio del mío.”